miércoles, 24 de octubre de 2018

La biblioteca vacía. Situación 3

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Mentor. — ¿No te parece que el hipertexto tiene mucho de oralidad?
Aprendiz. — ¿Dónde ves esos rasgos de oralidad en la hipertextualidad?
M. — Cuando hablamos, vamos desplegando nuestro discurso de acuerdo a la oportunidad del momento, podemos extendernos más en una cuestión o dejarla tan solo insinuada, o abrir antes este camino del discurso y luego este otro, o viceversa. Igual que en la lectura hipertextual.
A. — Es cierto. Así que la relación del lector con el autor tiene igualmente mucho de conversacional, pues el lector puede intervenir en el desarrollo del discurso, si bien no con preguntas o comentarios, sí con la interacción que da un clic en los pliegues del texto.
M. — Y hay también otro rasgo muy propio de la oralidad que aparece en la escritura hipertextual. ¿Ves cuál es?
A. — ¿Otro rasgo de oralidad…? No consigo descubrirlo.
M. — ¡Pues la imagen!
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¡Ah, es una trampa, pues no se han llevado nunca bien la palabra y la imagen! Son dos mundos que, eso sí, se quieren imponer uno al otro: la imagen poniendo a sus pies el texto (por ejemplo, el pie de foto, la cartela…); y el texto dejando solo en el espacio de la página un hueco para que la imagen sirva de ilustración a la palabra, pero prescindible. Y si quieres ver cómo congenian la imagen y la palabra hablada es suficiente con quedarte en el momento actual y soportar una exposición oral con el apoyo de un powerpoint. La mayor parte de las veces, ¡insufrible!

Tienes razón, te refieres al arte de la memoria, como regla mnemotécnica en la cultura oral, y al uso de interfaces gráficas para plegar tras ellas el hipertexto. En los dos casos, la palabra está plegada en los detalles de las imágenes.
Resultado de imagen de LIBROS Y MNEMOTECNIAM. — ¡Acertaste!
A. — He respondido con rapidez.
M. — ¿Te ha gustado la frase de Mallarmé: «El mundo existe para terminar en un bello libro», «Le monde est fait pour aboutir à un beau livre»?
A. — Sí,  es uno de los pliegues de la tercera parte de El esplendor de la escritura.
M. — Pues dime con qué fin se utiliza esta frase en este hipertexto.
A. — Para presentar así el concepto de libro-mundo.

Resultado de imagen de LIBROS Y MNEMOTECNIASe entiende como libro-mundo ese libro imposible en papel, pero no en soporte digital, que recoja todas las palabras habladas y escritas, las imágenes quietas y en movimiento, los sonidos naturales y musicales, en una escritura multimedia.

Ese libro ubicuo que puede ser leído desde cualquier lugar de este mundo.
Imagen relacionadaM. — Habrás escuchado cómo el libro, cuando sus palabras se transmiten no por ondas de aire ni por trazos de tinta, sino por ristras de ceros y unos en el «éter» digital, puede manifestarse a nuestros sentidos de tres formas: como palabras sonoras, es decir, como libro para el oído; como reflejos en el espejo —en el espejo de la pantalla— para los ojos; y el libro avatar, que se manifiesta en papel, para las manos… y los ojos.  El libro avatar es virtual hasta que se le invoca para que se manifieste entre nosotros con la materialidad que le da el papel. Tendrá tantos ejemplares como invocaciones, como solicitudes que reciba.

En cambio el libro en el espejo no tendrá copias, solo reflejos.

En cambio el libro en el espejo tiene tras la superficie que separa lo real de lo virtual todas las copias que se deseen. Una distinta para cada pantalla
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